sábado, 23 de xaneiro de 2021

(6) La teoría de las tres hipótesis en el cálculo de las secciones de los conductores eléctricos

 Resumen de lo expuesto.

Comentábamos en la entrega anterior, que el aislamiento de los cables tenía la mala costumbre de perder rápidamente sus propiedades en cuanto superábamos una determinada temperatura; que para cada tipo de aislamiento se establecía una temperatura máxima a partir de la cual se degradaba rápidamente, y que esa temperatura final que adquiría el aislamiento de un cable era función de un circuito de flujo de calor desde un cuerpo en el que parte de la energía transportada se convertía en calor (e conductor) y el ambiente circundante. Ambiente que tampoco tenía siempre la misma temperatura, por lo cual era necesario que las autoridades electrotécnicas internacionales fijaran estas temperaturas límites en las Normas (IEC 60287-3-1:2017, UNE 21144-3-1 para España).

Finalmente, argumentábamos que el proceso de cálculo de la sección eléctrica de un conductor que tuviera en cuenta todos estos aspectos, presentaba muchas dificultades para la mayoría de los profesionales del Mercado Eléctrico, por lo que, con muy buen criterio, se había acordado establecer un sistema de intensidades admisibles para cada sección de conductor en función do material de este, tipo de aislamiento, situación, composición y tensión nominal del cable, y MOI IMPORTANTE!, la Norma que le fuera de aplicación. Este último aspecto, la norma a aplicar, es el error más habitual en los cálculos de los profesionales del sector, que aplican tablas inadecuadas obteniendo resultados aproximados, PERO NO CORRECTOS. El manejo de estas tablas es el objeto de esta entrega.

Descubriendo el Océano Atlántico.

¿Por qué la mesma sección no admite siempre el mismo valor de amperes? Me vais a permitir que, aprovechando el origen portugués de mi familia, ejerza de descubridor. En este caso no sé muy bien si de algo desconocido para ustedes, o algo tan conocido como el océano del título. La respuesta es bien sencilla: Porque la ecuación del flujo de calor que corresponde a cada una de las situaciones, y por lo tanto que la modeliza correctamente, no es la misma.

Y no es la misma porque en cada instalación de referencia, en cada método de instalación:

-   Hay circuitos de evacuación distintos.

-   Organizados entre ellos en arreglos distintos: serie, paralelo ...

- Con distintas resistencias térmicas: resistividades y dimensiones longitudinales y transversales distintas.

-  Con importancias distintas das tres formas de transferencia de calor: radiación, conducción e convección.

El equipo de trabajo que hay detrás de cada uno de los comités (en este caso el CTN 211/SC 20-CABLES ELÉCTRICOS) elabora modelos teóricos y compara sus resultados con los obtenidos en la práctica, modificando los circuitos equivalentes, los modos de transferencia, etc., hasta obtener la ecuación matemática principal y las ecuaciones de cada una de las partes de esta, a aplicar para obtener los valores que servirán para la elaboración de las tablas a aplicar en cada caso. Por darles una idea aproximada de la complejidad de esta parte sirva el apuntar el hecho de que su explicación, y no muy pormenorizada, ocupa desde la página 76 hasta la 122 del libro de cables de mi autoría y citado en la bibliografía recomendada.

Los “Propósitos”.(De l00a instalación, que no de la enmienda!)

Siempre dispuesto a inventar novas aplicaciones de las palabras, escogí esta de “propósito” para denominar el destino donde va a ser instalada la canalización eléctrica; el escenario en el que va a representar su función. Lo que va a determinar las acciones mecánicas, físicas, químicas, que van a resultar relevantes para el funcionamiento sin averías de la citada canalización eléctrica a lo largo del tiempo de vida establecido.

Propósitos de la instalación hay muchos, y tan distintos como puedan ser la Distribución de energía eléctrica, con sus Acometidas, Instalaciones de enlace, en edificios ...; as instalaciones a bordo de buques, de automóviles, aeronaves, ferrocarriles, en el fondo de minas o en explotaciones a cielo abierto, el cableado de máquinas o de cuadros de distribución, etc. Cada uno de estos escenarios presenta situaciones características que condicionan los modos de transferencia de calor y, en consecuencia, el valor de la intensidad permanente adecuada para cada sección eléctrica[1] que obtendremos de la aplicación de la tabla que corresponde a ese escenario y sus circunstancias concretas.

¡Aplicando que es gerundio!

Como las cosas siempre se entienden mejor con un ejemplo, vamos a desarrollar el cálculo de la sección de un conductor necesaria para transportar el mismo valor de la corriente permanente en dos situaciones diferentes, o más exactamente con dos propósitos diferentes.



Primer propósito: distribución.

En el primero de ellos el técnico responsable de la “Compañía Eléctrica del Carulo” debe llevar una línea de alimentación en BT desde un CT prefabricado hasta la Caja General de Protección de un nuevo abonado que va a contratar una potencia trifásica de 200 kW. Con cálculo rápido (200kW/0,69V = 290 A) obtiene que debe transportar algo menos de 300 A. Como la distancia es corta, menos de 50 m, e no hay temporización en las protecciones, la única hipótesis relevante es la de equilibrio térmico. El terreno es adecuado para hacer una zanja con un coste reducido, e la disposición aérea presenta problemas de cruzamientos. Para cables de las redes soterradas de distribución en BT se aplican las tablas de la ITC-BT 07 del REBT 2002. La Tabla 4 para cables con conductores de aluminio y la Tabla 5 para conductores de cobre. En artículos pasados ya hemos analizado ventajas e inconvenientes de uno y otro material. Para este caso concreto necesitaríamos una terna de cables unipolares aislados con XLPE de 120 mm2 de sección en aluminio; con lo que tendríamos una capacidad teórica de 295 A, o la misma composición y aislamiento de 95 mm2 de sección en cobre, que nos otorgaría una capacidad, igualmente teórica antes da aplicación dos factores de corrección, de 335 A. Para abreviar los cálculos establecemos que la temperatura del terreno y la profundidad de instalación son los que corresponden a factores de corrección unitarios, con lo que el resultado sería seleccionado, después de la comprobación de otros criterios como el precio de compra, disponibilidad, etc., de:

200 m (4x50 m) de Al XLPE de 1x120 mm2

Segundo propósito: línea instalación receptora.

No segundo propósito el técnico responsable de “Madeireiras Arrexuntadas do Noroeste” debe calcular la línea que llevará los mismo 290 A desde el secundario del transformador de su CT de abonado hasta el Cuadro General de BT. Para abreviar, haremos igualmente irrelevantes la 2ª y 3ª hipótesis de cálculo. En este caso el “propósito” de la instalación ya no es una “red soterrada de distribución en BT” sino “cables de las instalaciones interiores o receptoras en BT”. Las tablas a aplicar, por lo tanto, ya no serán las de la ITC-BT 07 sino las de la norma UNE-HD 60364-5-52.

Para poder realizar correctamente la comparación debemos reproducir en este segundo ejemplo las condiciones estándar del primero. Es decir una terna de cabos unipolares en contacto mutuo, directamente soterrados en toda su longitud, en una zanja de 0,70 m de profundidad, en un terreno de resistividad térmica media de 1 K·m/W y temperatura del terreno a dicha profundidad de 25ºC.


Inmediatamente procedemos a identificar la figura de la columna 1 de la Tabla B.52.1 del Anexo B de la UNE-HD 60364-5-52 como la que corresponde más exactamente al método de instalación propuesto. Comprobamos que encontraremos las intensidades admisibles, para cualquier opción de aislamiento y número de conductores, en la misma columna, concretamente la 8, del método de instalación D2.

Para nuestra sorpresa comprobamos que ahora necesitamos una sección mucho mayor: 240 mm2 para os 290 A que precisamos. Pero tranquilos que todo lo malo es susceptible de empeorar. Recordemos que los cables estaban directamente soterrados en una zanja de 0,70 m de profundidad, y que la temperatura del terreno a dicha profundidad considerada para o cálculo era de 25ºC. ¡Y la tabla está calculada a 20ºC! Tendremos, pues, que aplicar un factor de corrección, que la tabla correspondiente establece en un valor de 0,96. ¡Desastre total! Ni con el doble de sección somos capaces de transportar el mismo valor de corriente.

Menos mal que en medio de la desesperación recordamos que otra de las condiciones que la norma tenía en cuenta para el cálculo de las intensidades admisibles era que los cables estaban directamente enterrados en un terreno de resistividad térmica media de 1,5 K·m/W, y que lo utilizado para el cálculo anterior, y por lo tanto a tener en cuenta para la comparación, era de 1 K·m/W. ¡Albricias! ¡El factor de corrección a aplicar por este concepto es, nada menos que, de 1,5! Por lo tanto la intensidad que debemos buscar en la tabla será de: 290 /( 0,96 * 1,5) = 201 A, por lo que una sección de 150 mm2 será suficiente para nuestro propósito, si bien es cierto que mayor que la necesaria para el “propósito” anterior.

200 m (4x50 m) de Al XLPE de 1x150 mm2

 (continuará …)

Bibliografía recomendada: Cabos illados para o transporte e distribución de enerxía eléctrica (2ª Edición)/Servizo de Publicacións da Universidade de Vigo. 2007 . Rústica con solapas. 528 p; 24 cm. En idioma gallego.



[1] Insistimos unha e outra volta no concepto “sección eléctrica” dun condutor, como non equivalente ao de “sección mecánica”.

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