sábado, 26 de decembro de 2020

(4) La teoría de las tres hipótesis en el cálculo de las secciones de los conductores eléctricos.

 


Resumen de lo expuesto.

Decíamos en la tercera de estas entregas, que a poco que me dejéis van a tener más capítulos que Ama Rosa, aquel serial radiofónico de finales de los cincuenta, que el aislamiento de los cables, polímeros en la mayoría de los casos, tenían la mala costumbre de perder rápidamente sus propiedades en cuanto superábamos una cierta temperatura, aspecto este que en otras configuraciones de la canalización eléctrica, como por ejemplo en el caso de una línea aérea desnuda, eran irrelevantes.

Será importante, pues, dar a la sección eléctrica de las canalizaciones la magnitud adecuada a la intensidad permanente[1] máxima que hayamos previsto que puede circular por ella, en función de las cargas eléctricas que vayan a ser alimentadas a través de esta canalización, establecidas de acuerdo con los criterios de cálculo explicados en entregas anteriores, para que la temperatura máxima alcanzada en el conductor no provoque en el aislamiento efectos irreversibles en sus propiedades físicas, mecánicas ni eléctricas, o la disminución importante en su vida media.

A este aspecto del cálculo y a sus consideraciones lo conocemos como:

1ª hipótesis: equilibrio térmico.

Partamos del hecho de que cando un cable de una canalización eléctrica no está recorrido por corriente ninguna, su temperatura será prácticamente igual a la del ambiente que lo rodea. En el momento en que por este cable comience a circular una corriente eléctrica, la temperatura del conductor comenzará a elevarse por encima de la temperatura ambiente. La razón no es otra que el hecho de que por muy bueno que sea o material conductor, por muy grande que sea su sección, la resistencia eléctrica será mayor que cero; es decir habrá una cierta pérdida de energía en forma de calor, energía que será tanto mayor cuanto más elevada sea esta resistencia, y mucho mayor cuanto mayor sea la intensidad de la corriente; en relación cuadrática, para ser exactos.

Será la magnitud de esta energía calorífica lo que tendremos que limitar, puesto que este dato será, establecido todo el resto de los que comentaremos más adelante, lo que determinará el valor de esta temperatura que, según lo que hemos comentado, no deberá superar un cierto valor función de la naturaleza del material aislante concreto empleado en su fabricación.


Este crecimiento de la temperatura del cable hará que, conforme a las leyes de la termodinámica, se establezca un flujo de calor del cuerpo con mayor temperatura, la canalización eléctrica, hacia el de menor temperatura, el ambiente que rodea la canalización. Esta circulación de calor será tanto mayor cuanto más diferentes sean las temperaturas de uno y otro, y tanto menor cuanto mayores sean las resistencias térmicas de los materiales interpuestos entre el punto de mayor y el de menor temperatura. La semejanza entre los parámetros que modulan la circulación del calor, con los de la corriente eléctrica, llevó a denominar a la ecuación que expresa esta proporcionalidad como “Ley de Ohm térmica”.

La circulación de calor en la búsqueda del restablecimiento del equilibrio entre ambas temperaturas, es un proceso dinámico y complejo, ya que los elementos que producen el calentamiento o enfriamiento del cable o el de la temperatura del medio pueden tener, en la práctica, diversos orígenes. En el cálculo de la sección de los conductores por la hipótesis de equilibrio térmico consideramos, para simplificar el modelo, que el calor proporcionado al sistema tiene su origen exclusivo en las pérdidas del cable, y que la corriente que circula por el conductor es constante, o más exactamente, permanente. En este modelo podemos considerar que pasado uno cierto tiempo el calor ganado, originado por la circulación de la corriente eléctrica, y el calor perdido, evacuado hacia el ambiente, se iguala; esta situación determina una nueva temperatura de equilibrio, que es función de las variables consideradas.

Resumiendo:

1.      El calor ganado es función directa de la resistencia eléctrica que presenta la canalización a la circulación de la corriente eléctrica, y del cuadrado de la intensidad de esta corriente.

2.      El calor perdido, transferido al medio, es función directa del salto térmico, la diferencia entre la temperatura del cable y la del medio ambiente, e inversa de la resistencia térmica que presentan los distintos materiales interpuestos en los circuitos de circulación del calor desde el punto más caliente, el conductor, hasta el medio ambiente.


Quiero suponer que llegados a este punto el lector atento comenzará a sospechar que antes de proceder al cálculo de la sección del conductor de una canalización eléctrica tenemos un trabajo previo importante de diseño. De otro modo sería imposible determinar los circuitos de circulación del calor y a sus resistividades térmicas. También tendremos que saber cuál va a ser la temperatura ambiente máxima del medio, y tener elegido el tipo de aislante del cable que vamos a emplear, aspecto este que determinará su temperatura máxima admisible.

Puesto que el valor de la intensidad de la corriente es un valor establecido previamente en el diseño de la canalización por los elementos que a ella van a ser conectados, será la resistencia del conductor lo que tendremos que calcular para determinar la canalización eléctrica en cuestión. Hace falta recordar que la resistencia total de la canalización es función directa del número de conductores, de su longitud y de una característica del material llamada conductividad, e inversa de su sección. Al escoger el material del conductor establecemos la conductividad, la longitud de la canalización está determinada por las posiciones relativas del punto de partida, el punto final y la traza, por lo que queda claro que el objeto de nuestro cálculo es la determinación de la sección idónea a nuestro propósito, dentro de las fabricadas y establecidas como normalizadas en el documento correspondiente.

(continuará …)

Bibliografía recomendada: Cabos illados para o transporte e distribución de enerxía eléctrica (2ª Edición)/Servizo de Publicacións da Universidade de Vigo. 2007 . Rústica con lapelas. 528 p; 24 cm. En idioma galego



[1] Recordemos el concepto de intensidad permanente explicado en el artículo anterior.

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